Ficha descriptiva

Union sagrada de Iusticias misericordiosas y misericordias justificadas. Sagradas señales de Juizio, y juizio de las señales de las Misericordias Divinas, en las tres Bullas de Cruzada contenidas y en el Sol, Luna y Estrellas estampadas. Que discurrio y predico (a dos del mes de diziembre del año de noventa y uno, Dominica primera de Adviento, en que se celebrô la publicacion de Bullas en la Santa Iglesia Cathedral de la Ciudad de los Angeles) el Padre Fray Antonio de Valdivia, Predicador Conventual Mayor del Convento de Nuestro Padre San Francisco de dicha Ciudad (propio)

Con licencia en la Puebla : en la officina Plantiniana de Diego Fernandez de Leon

1692 (publicación)

Este sermón, predicado en la Catedral angelopolitana, parte de la cita de Lc 21,25 ("Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido"), haciendo referencia a la segunda venida de Cristo y el día del juicio final, cita que muy probablemente fue la que correspondía al domingo de Adviento en el que fue predicado. El autor, Fray Antonio de Valdivia, se vale de los elementos celestes mencionados en el sermón para hacer un juego mental entre los tres tipos de cuerpos y los tres tipos de Bulas de la santa cruzada: la de vivos (el sol), la de difuntos (las estrellas) y la de composición (la luna); en esta última, la bula permitía otorgar la indulgencia a su adquiriente si podía resarcir el daño causado contra el prójimo mediante una reparación en efectivo, si dicho daño no podía ser reparado por otros medios. Esta última se ve ejemplificada por Valdivia mediante los personajes bíblicos de Zaqueo y el buen ladrón.

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religión

8 páginas sin numerar, 9 hojas; formato in-quarto (20 cm); encuadernado en pergamino

La Bula de la santa Cruzada fue pensada originalmente como una manera para alentar a las personas a combatir en las Cruzadas a cambio de obtener indulgencias. En 1089 se promulgó la primera, concedida por Urbano II en plenas guerras de la Reconquista española. Posteriormente, los fieles comenzaron a dar limosnas no solo para financiar las cruzadas, sino para financiar la construcción y la reparación de templos, así como para otras obras piadosas; con el tiempo, la Corona española (a partir de los Reyes católicos) administró el dinero obtenido por la predicación de la Bula como un ingreso estatal más. Para 1554 se crea el Consejo de Cruzada, con sede en Madrid, para administrar y centralizar los recursos obtenidos en los diversos territorios del Imperio español; veinte años después, la Bula de la santa Cruzada comienza a predicarse en los territorios americanos. La predicación de la Bula se hacía solemnemente: el acto iniciaba con una procesión (con un ejemplar de la Bula bajo palio) que iba de un templo a la Catedral de la ciudad donde se predicaba, en donde mediante un sermón se exhortaba a la adquisición de la Bula por parte de los fieles. Todo esto era acompañado de música y fuegos artificiales para el común de los fieles, así como un convite para las autoridades.

impreso

español

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